Oda a mi hermana...

Nunca tuve hermanos, nunca pensé en tenerlos y nunca pensé en necesitarlos… Quizás por costumbre o porque nunca le sentí el peso a una relación así. Hasta la otra noche…

Una vez escuche hablar de una pseudo existencia de una hermana mayor, un ser que nunca llegó a existir, nunca vio la luz ni nunca supo de su propio significado… Soñé con ella una vez, absolutamente extraño, pero demasiado tangible, con sentimientos de confianza, amor, apoyo, necesidad. La veía alta, quizás porque me asimilaba de edad menor, ella ya universitaria o titulada, que se yo. Me miraba, conversaba y la sentía tan real, con su cabellera un poco ondulada, más debajo de los hombros, con unos visos claros, carita preciosa, era demasiado real, era hermosa mi hermana. La quería mucho y siempre se reía conmigo, me sentía apoyado y protegido al estar con ella.

Loco o solo...

Nadie me cree romántico, quizás porque no lo soy o simplemente porque no sé serlo como corresponde, seré el pobre loco enamorado que nunca podrá sentirlo, seré el pobre loco enamorado que nunca encontrará ese sentimiento que siempre imagina y anhela, seré el pobre loco enamorado de una ocasión que nunca llegará, seré el pobre loco enamorado que se enamoró pero nunca lo supo, seré el pobre loco enamorado que se refugia en sus textos para expresar lo que no puede en la existencia real, seré el pobre loco enamorado que enamora pero no se enamora, seré el pobre loco enamorado que no sabe que es amor, seré el pobre loco enamorado de algo que ni siquiera sabe reconocer, seré el pobre loco enamorado que solo se siente poseedor de aquel sentimiento tan nombrado por la sociedad pero que no lo refleja en nadie, seré el pobre loco enamorado que sólo se siente completo dentro de sus propios pensamientos y sueños, seré el pobre loco enamorado que dejó de pensar en sentir o simplemente seré el pobre loco enamorado que nunca se pudo enamorar…

¿Por qué?

¿Por qué tienes ese encanto? ¿Por qué solo con ser tú basta para hacerme sentir mejor? ¿Por qué con solo estar al lado mío me siento abrigado? ¿Por qué con solo saber que nos veremos se me alegra el día? ¿Por qué cada vez que tienes la mirada perdida quiero reflejarme en tus pupilas? ¿Por qué cada vez que te cruzas me haces querer detener el tiempo? ¿Por qué haces que cada noche duerma menos pensandote? ¿Por qué no estás conmigo en mis días y mis noches? ¿Por qué simplemente me miras y te das cuenta que he estado allí siempre? ¿Por qué no soy capaz de decirte esto si no deseo nada más? ¿Por qué pese a todo esto nunca estaremos juntos? ¿Por qué tuvimos que vivir en distintos tiempos y realidades? ¿Por qué...?

Apagué el televisor, fui al dormitorio, me recosté sobre la cama, cerré mis ojos y pude ver tu rostro en ellos... Malditas realidades y mentiras... si tan solo estuvieramos en el mismo mundo seríamos tan ideales...

Me enamoré de un ser irreal pero que puedo mirar...

Sueño 1: Otra oportunidad...

Verano, bajando de los cerros hacia la playa, costa hermosa, bahía imponente, al frente cerros verdes, de vegetación tupida...

Harta gente, arena blanca, deportes acuáticos y ahí estaba yo, sentado en el microbus, con una tía y un primo, no recuerdo como haber llegado a ese lugar, pero me sentía entusiasmado... Bajamos a la playa, dejamos las cosas en la arena, toallas, quitasol, bolso, ropa y con mi primo nos fuimos a mojar... agua baja, un poco arriba de la cintura, temperatura tibia, azul de verdad, ni celeste ni verde... Todo bien hasta que levanto mi vista, dirección al sol, asumo oeste, una luz brillante con una estela negra a la derecha del astro... Un meteorito o asteroide o qué se yo cual es la diferencia, corrimos despavoridos, tratando de alejarnos de su dirección, era imposible, por más que corríamos no se alejaba... Impactó en el agua a unos cuantos kilómetros. Una ola gigante se acercaba a nosotros... La veía venir y...

Uno nunca espera algo así...

Tomé mi fusil, pensé que quizás sería el héroe de este día… Corrí subiendo la colina, el ruido de las balas y los gritos ya no los oía, solo veía mi objetivo... sentí una picazón, intenté apoyar mi pié derecho, pero no pude y caí… miré preocupado para conocer la razón, mi pierna sangraba. Inspiré, sentía calor, mientras más miraba la herida, más dolor sentía, no grité, no me desesperé… se acercó un médico mientras el resto de mis compañeros seguía su marcha, me miró y me preguntó cómo me sentía… no lo sé – respondí – nunca había sentido algo así, no sabía como reaccionar, no sabía como sentirme, no sabía que decir ni que gritar. Tranquilo – me dijo – los héroes no existen, solo la gente que hace los actos correctos en los momentos precisos... – cerré mis ojos involuntariamente, quizás por el dolor, quizás porque me iba…

Primera noche... ¿Maldita noche o no?

Hoy salí a caminar, noche, viernes… nada que perder ni nada que ganar, una de las mejores sensaciones que pueden llevarse a cabo dentro de una persona… solamente vivir, nada más. Hacía frío recuerdo… iba con mi chaqueta, un paquete de cigarros en mi bolsillo superior interno. Caminaba, encendía un cigarrillo, me detuve a ejecutar dicha acción… un suspiro, miré a mi alrededor y la gente me miraba inconcientemente, sonreía por dentro, daba igual, no me sentía protagonista.

Terminé de encender mi cigarrillo y seguí caminando, aventuras urbanas, me detuve frente a un local, buena música, me llamó la atención. Sentí una respiración en mi lado, giré y había una chica mirándome, la miré echando mi cuerpo hacia atrás, no le dije nada, solo siguió con su mirada penetrante en mí... me congelé, no sabía que decir, no era algo común imagino. Pasaron unos instantes y le pregunté: ¿Qué pasa?... Nada – me dijo ella – ¿Porqué me miras?... ¿No puedo? – mientras sonreía – no te preocupes… atiné a decirle, di media vuelta y entré al local.